lunes, 3 de abril de 2017

Noche en el Liceo : Rigoletto




Un mes después del cumpleaños, Nemorino vuelve a la ópera en el Gran Teatro del Liceo a Rigoletto de Giuseppe Verdi. Su amigo Xavi también asiste por quinta vez, mientras su otro amigo Rafael está en la Ópera de Valencia.
El sábado 1 de abril Nemorino se levanta temprano para viajar en el primer Ave a Barcelona, a las diez de la mañana está desayunando en el Café de la Ópera enfrente del Liceo.
La mañana lluviosa la pasa de tiendas por el centro, antes de comer de menú en el Marullo, una paradita para tomar un vino en un mesón.
A primera hora de la tarde vuelve a llover hasta las seis cuando Nemorino trajeado se dirige caminando por las Ramblas al Café de la Ópera donde había quedado con su amigo Xavi,se ausenta 5 minutos para volver a la habitación a por la entrada que había dejado olvidada en su maleta, el regalo de su amiga Desirèe un delantal bordado con su nombre no lo había olvidado.
A las siete y media entran en el Liceo, comprando Nemorino el programa en la puerta, en el Teatro Real el programa no se paga igual que las tapas en Madrid. Por las escaleras suben al tercer piso donde están sus localidades, no están juntos en las butacas, Xavi está mejor situado en zona 5 y no tiene que luchar con el dragón de la lámpara que a Nemorino molesta. Esta producción de Rigoletto ya la había visto en el Teatro Real años atrás. En esta función no canta Leo Nucci el más grande Rigoletto, canta su amiga Desirèe Rancatore en el papel de Gilda la hija de Rigoletto y el debut de Javier Camarena como Duque de Mantua, el barítono malagueño Carlos Álvarez en el papel de Rigoletto. En el descanso bajan al salón de los espejos a tomar un vino. Al final del segundo acto llega la cabaletta “ Si, Vendetta” tantas veces visado por Nucci y Nemorino tiene que luchar con el dragón de la lámpara para entre sus alas poder ver cantar a su amiga Desirèe, que cumpliéndose la maldición  de  Monterone muere en los brazos de su padre.
El Dragón de la lampara

En el momento de los aplausos el público del Liceo no tan apasionado como el del Teatro Real, aplaude más a los hombres que a las mujeres, dicen los entendidos que es un Teatro de tenores. Cuando saluda Gilda los únicos gritos de Brava que se oyen son de Nemorino, la mayor ovación es para el tenor mexicano Javier Camarena.

Cae el telón del Liceo y es el momento de bajar a los camerinos, Nemorino que todavía no ha recibido la factura de la tarta y el cava de su cumpleaños, había encargado a Marcel una botella de Cava Gramona Imperial para brindar con su amiga Desirèe.
Esta noche como no canta Plácido Domingo no encuentran a nadie en la puerta, tampoco a la chica de la lista.
Esperan unos minutos en la puerta del camerino número 3 a que termine de cambiarse Gilda,Desirèe abre la puerta para recibir con un abrazo y besos a Nemorino y descorchar el cava para brindar. Es el momento del postureo y charlar de esta producción de Rigoletto y de lo sacrificado que es este mundo de la Ópera con horas y horas de ensayos y que parte del público y algunos críticos no valoran lo suficiente.
Desirée sirviendo el cava

Minutos antes de las doce de la.Noche abandonan el Gran Teatro del Liceo, Nemorino ayuda a su amiga Desirèe llevando su maleta. En las Ramblas Nemorino se despide de Desirèe y del Liceo hasta la próxima temporada,nunca olvidará las dos noches mágicas que pasó en el Liceo con sus amigas soprano Nino Machaidze y Desirée Rancatore.

Nemorino y Desirée

De su amigo Xavi se despide después de cenar en el Café de la Ópera hasta el 3 de junio en el Teatro Real, en está ocasión una Ópera rusa El Gallo de Oro.

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