jueves, 2 de mayo de 2019

Manon el Ángel de la Música


Érase una vez un niño… Un niño que ama la música  , sus padres le llaman Alberto. De niño recuerda el violín negro de su padre. En su juventud escucha a Mozart y a Queen, su disco favorito “A night at the opera”. Alberto ama la música clásica y la ópera, su bisabuelo Mason y baritono canto en el Teatro del Liceo,como a los Dioses también le gusta el vino  y un un tal Dulcamara le ofrece el elixir de amor de Tristán e Isolda, al beber de la botella la princesa Isolda le cambia de nombre . Nemorino ama al ángel de la música del Fantasma de la Ópera y su historia escrita por Gastón Leroux publicada en el año 1910.

La música de Andrew Lloyd Webber y las escenas de la película están presentes en su vida. Pero nunca había asistido a la Ópera, hasta que un día una voz angelical le llama y atraído por su encanto viaja a la ciudad de París donde vive el Fantasma.
La voz que le enamora es la de la soprano rusa Anna Netrebko que triunfa en los escenarios del mundo. Su ángel de la música debido a su estado de buena esperanza, no canta ese día en La Bastille, una gran decepción para Nemorino  no ver a su Diva Anna Netrebko.
Un año después vuelve a París con la esperanza de ver cantar a su ángel de la música en la ópera de la Bastille en “L’Elisir d’amore”, Isolda le ayuda y esta vez la soprano Anna Netrebko no cancela.
Pasan los años y su ángel de la música vuelve a cancelar dos conciertos a las que tenía pensado asistir Nemorino en Londres y Barcelona ,Anna Netrebko ya no es su ángel de la música es un fantasma para Nemorino.
Pero un día aparece en escena otro ángel de la música que enamora a Nemorino con su voz y su belleza, la joven soprano georgiana Nino Machaidze es muy hermosa, en la ópera de Romeo y Julieta sustituye al fantasma de Anna Netrebko.
Atraído por la voz del ángel de la música, Nemorino viaja a Valencia , no quiere perderse el debut en España de Nino Machaidze en la ópera  “Lucia di Lammermoor” en el Palau de les Arts.
Desde su butaca de platea Nemorino oye la voz del  ángel de la música que le llama desde detrás del escenario, de repente una puerta secreta se abre ante él y por una escalera desciende hasta los pasadizos de la ópera, no está solo, le acompañan otras personas, avanzan juntos despacio por el pasadizo hasta que dejan de oír la voz del ángel, están en la puerta del camerino de Nino, donde esperan nerviosos a que el  ángel de la música se presente ante ellos.
En la espera Nemorino conoce a Rafael historiador y gran aficionado a la ópera. La puerta del cielo se abre y antes sus ojos la figura del ángel de la música, todos quieren la firma y una foto con un ángel, solo Nemorino posa sus labios en las mejillas de la soprano Nino Machaidze. Al salir no encuentra la puerta, está atrapado en los pasillos de la ópera del Palau de les Arts, de pronto oye una dulce voz que le llama, es Nino que le acompaña a salir con ella por la puerta de artistas.
Pasa un mes cuando Nemorino vuelve a oír la voz del ángel de la música que le lleva hasta el Teatro del Liceo de Barcelona, su amigo Rafael también oye su voz para viajar a Barcelona.
Esa noche se representa la ópera “La Fille du Régiment” de Gaetano Donizetti, en el entreacto en el salón de los espejos el lugar favorito del fantasma, Nemorino encuentra la entrada oculta a los pasadizos del Liceo donde se encuentra la guarida del ángel de la música.
Al finalizar la función Nemorino espera a que el público abandone el teatro, para entrar en el camerino de Nino, como en Valencia el ángel de la música le acompaña a salir juntos por la puerta de artistas, donde  está Rafael su amigo que había conocido en Valencia.
Nemorino por un tiempo se aleja de los teatros de ópera, una crisis financiera ha llegado a España y afecta a su bolsillo, su otra afición el Atlético de Madrid y sus 25 años de socio, se llevan gran parte de su dinero.
Pasan dos años sin asistir a ninguna ópera y el Atleti no levanta cabeza, ha pasado dos años en el infierno en segunda división. La voz del ángel de la música le llama de nuevo, la soprano Nino Machaidze debuta en el Teatro Real de Madrid con la ópera “L’elisir d’amore” de Gaetano Donizetti.
Nemorino se acuerda de su amiga Susana Miranda que tiene muy buena mano con el dibujo y la encarga un retrato de Nino. Gracias a la ayuda de su marido el barítono Guido Loconsolo y su pequeño ángel Alessandro, en el café de la ópera al lado del teatro, toma café con su amiga que al ver el retrato del ángel , agradece el regalo y la dedicatoria escrita en italiano por Nemorino.
Pasados unos meses Nemorino asiste con su amigo Rafael a la ceremonia de entrega de los premios líricos en el Teatro Campoamor de Oviedo, invitados al palco número cinco por el ángel de la música su amiga Nino Machaidze, premiada como mejor soprano, El fantasma que ama la música es el presentador de la ceremonia, además había actuado para que Nino se sintiera protegida por Nemorino en el coctail de los premiados, donde no falta el queso y la sidra asturiana.
Otra noche mágica para Nemorino que años más tarde repetirá en su 51 cumpleaños. En el Teatro del Liceo de Barcelona llamado por la voz del ángel de la música que canta en la ópera “Thais” de Jules Massenet, acompañada de dos grandes voces el tenor Celso Albelo y el ahora barítono Plácido Domingo. Después de la ópera en el camerino de su amiga Nino Machaidze, celebra su 51 cumpleaños con tarta y cava, no faltan sus amigos Rafael, Xavi y el tenor Celso Albelo, un lujo para Nemorino que le canten el cumpleaños felíz dos grandes voces de la ópera y que no le envíen la factura del catering del Liceo, el piensa que el Fantasma pagó la factura del cumpleaños.
A los dos años en abril del 2019, unas semanas antes del día del libro y la rosa en Cataluña, Nemorino vuelve a París con un libro muy especial y que es parte de esta historia, su título “Deja cantar a la muerte”  de la escritora Sandra Andrés Belenguer, que de niña lee el libro del “Fantasma de la Ópera” escrito por Gastón Leroux y se enamora de la historia del Fantasma, como se puede leer en su anterior libro “El Violín Negro”.
Erik que así se llama el fantasma de la ópera, sabía de la publicación del libro de Sandra y coincidiendo con el estreno de la ópera “Manon” en el teatro de los Campos Elíseos, donde canta el ángel de la música la soprano Nino Machaidze con el gran Juan Diego Florez. Invita a su casa la ópera Garnier a Nemorino, con el fin de que este le traiga el libro para su biblioteca, quiere conocer el nuevo final de su historia a cumplido 110 años y no se quiere morir sin conocer el final del libro.
A Nemorino le acompaña su amigo Rafael también fans de Nino Machaidze y amante de la ópera. El sábado 6 de abril su amigo vuela dos horas antes que Nemorino, este en el aeropuerto de Madrid mientras espera para embarcar, comienza con la lectura del libro “Deja cantar a la muerte”. En el vuelo escucha la música del fantasma de la ópera y lee varios capítulos del libro.
Aterriza en París a las 12 de la mañana en el aeropuerto de Orly, en un mercedes negro Mahouhamed le traslada al hotel Belmont. En unos de los salones espera a que su amigo Rafael vuelva de su paseo.  A la una se van paseando al teatro de los Campos Elíseos donde por la tarde canta el ángel de la música, su amiga Nino Machaidze.
Localizan la puerta de entrada de los artistas que está vigilada, es pronto para esperar que aparezca el ángel de la música, por la tarde cuando estén dentro del teatro, en los espejos buscarán al Fantasma o al ángel de la música. Al lado del Sena en el restaurante 7 New York de alta comida francesa, Nemorino reservó una mesa, la comida excelente con un buen vino de Borgoña  y con vistas a la Torre Eiffel .
Después de comer vuelven al hotel a descansar, mientras Rafael se echa la siesta, Nemorino con el libro en la mano se va de paseo hasta la Torre Eiffel que está de cumpleaños, cumple 130 años desde su nacimiento en el París de la Belle Epoque en el año 1889.
A las seis de la tarde Nemorino está de vuelta en el hotel para vestirse de etiqueta para asistir al estreno de la ópera “Manon” , tienen tiempo de tomar un té al estilo inglés en una terraza en la place de l’alma, observando a la gente pasar.
En la entrada del teatro de los Campos Elíseos muestran sus bolsas con los regalos para su amiga Nino.
Suben al segundo piso donde están sus butacas en primera fila con buena visibilidad, habían comprado las entradas más caras por internet.
Con cinco minutos de retraso el director Frédéric Chaslin mueve la batuta y las primeras notas inundan la sala, la orquesta está sobre el escenario, no hay escena la ópera es en versión concierto.
La música de Massenet va in crescendo y se funde con las voces del coro Octopus, en el primer acto Manon el ángel de la música se presenta cantando el aria “Je suis encore tout étourdie”  donde Nino Machaidze enamora al público parisino ante la mirada cómplice de Nemorino , Nino aparece con un vestido largo azul y un buen escote, Nemorino solo tiene ojos para su amiga que está radiante. En el segundo acto el ángel de la música Manon se luce en el aria “Adieu, notre petite table” y el público cae rendido a sus pies  al igual que con el tenor peruano Juan Diego Flórez, una de las mejores voces de la ópera. Un verdadero lujo para Nemorino y Rafael estar allí disfrutando de dos de las mejores voces de la ópera.
Y todavía falta lo mejor de la ópera Manon el dueto del tercer acto “Toi!  Vous! Oui, c’est moi! “ , donde las voces de De Grieux y Manon se funden e inundan la sala.
En los veinte minutos de entreacto buscan la puerta del paraíso que les lleva al camerino del ángel de la música, el timbre suena faltan 5 minutos para que comience el cuarto acto y de un trago Nemorino se bebe su cerveza Leffe de Abadía , de un sabor seco, frutal y con un toque de especies.
En el cuarto y quinto acto el ángel de la música aparece con un vestido largo blanco, con menos escote que el anterior. Nemorino comienza a estar acalorado, en la sala la temperatura es alta y la cerveza tenía buen cuerpo como el de su amiga Nino.
Tres horas y cuarto la duración de la ópera, pasan unos minutos de las once de la noche cuando los artistas van saliendo al escenario a recibir los aplausos del público, los protagonistas De Grieux y Manon, el tenor Juan Diego Flórez y la soprano Nino Machaidze se llevan  la mayor ovación y un ramo de flores,ya falta menos para el momentos esperado por Nemorino, su encuentro con su amiga Nino, desde su 51 cumpleaños en el camerino del teatro del Liceo en Barcelona, no ha vuelto a ver a Nino, ha cumplido 53 años en el mes de marzo y por fin sus labios besarán las  mejillas de Nino. Nemorino quiere recordar este momento grabando con su camara ixus un video de los aplausos, para compartirlo en las redes sociales.
A toda prisa se dirigen a la puerta del paraíso y tras comprobar que sus nombres están en la lista de invitados, traspasan la puerta pero antes tienen que pasar por detrás del escenario donde trabajan los operarios hasta la puerta que les conduce a la antesala de los camerinos, en su camino saludan a Juan Diego Flórez . Hay más invitados que quieren saludar a Nino el ángel de la música,que se encuentra en la escalera al cielo donde está su camerino,  al ver entrar a Nemorino le nombra para que suba al cielo donde se abrazan ,detrás su amigo Rafael besa la mano de Nino. Con un mes de retraso le dan los regalos de cumpleaños, Nino tiene que atender a todos los invitados y no puede abrir los regalos en su presencia, en su camerino abre todos los regalos menos uno de Nemorino, un saquito azul con una tarjeta que dice “Tanti auguri Nino”. El regalo de Rafael un par de guantes de piel muy elegantes, además del saquito Nemorino le regala un abanico y una funda de gafas que compró en el Palau de la música catalana de Barcelona.
Se despiden de su amiga Nino y por la puerta de artistas se marchan por la avenida montaigne guiados por las luces de la torre Eiffel  en busca de un café abierto para cenar.
El domingo 7 de abril  Rafael madruga para ir al aeropuerto su vuelo es el primero de la mañana. Nemorino se queda un rato más en la cama y a las nueve baja a desayunar.
A las diez deja la habitación y el equipaje en consigna del hotel, hasta las seis de la tarde no vienen a recogerle. Puede aprovechar el día para pasear por la ciudad de París y visitar la ópera Garnier donde vive el fantasma. Nemorino está solo su ángel de la música también le ha abandonado.
Sale del hotel con el libro “Deja cantar a la muerte” en la mano y por la Avenida  Marceau se dirige al Arco del Triunfo, por los Campos Elysées llega a la Plaza de la Concordia, atraviesa el jardín de las Tullerías muy concurrido un domingo por la mañana, donde los manteros huyen de la guardia nacional a caballo y los soldados con metralletas. En el museo del Louvre hay mucha cola para entrar, sentado al lado de la pirámide de cristal Nemorino descansa un rato, en todos los lugares por donde pasea, algunos aparecen en el libro , Nemorino toma fotos del libro para compartirlas con la escritora Sandra Andrés Belenguer por las redes sociales. Desde la pirámide del Louvre cruza la rue de Rivoli y por la Avenida de la Ópera la música del Fantasma está en su cabeza al ver la impresionante fachada de la Ópera Garnier el hogar del Fantasma.
El libro tiembla el Fantasma le está llamando, , Nemorino abre el libro por la última página donde el Fantasma había dejado la invitación.
En la taquilla recoge el audioguia en idioma español y accede a la ópera por la rotonda de los abonados donde le recibe una diosa el Bassin de la Pythie al pie de la Grand Escalier, ante sus ojos una impresionante bóveda de treinta metros de altura de mármol de varios colores, lamparas y candelabros, nunca había visto un teatro tan bello un verdadero palacio de la ópera. Desde la escalera observa las máscaras del fantasma que le miran atraídas por el libro.
Nemorino pasea por el salón du Glacier, salón du Soleil, salón de la lune, todos decorados con pinturas en los techos, tapices y lámparas de araña. Al entrar en el Grand Foyer se vuelve Príncipe en un cuento de hadas, es el lugar más hermoso de la Ópera, la lira es el elemento decorativo principal excepto en el palco número cinco decorada con un violín negro.
Desde un palco se asoma a la sala de estilo francés en forma de herradura, la sala está decorada con dorados en columnas y balcones y butacas de terciopelo rojo. El techo pintado por Marc Chagall donde cada color representa a un famoso compositor, la lámpara de bronce y cristal es impresionante. El Fantasma de la Ópera espera a Nemorino en el palco número cinco,  ha cumplido 130 años y no quiere morirse sin conocer el final del libro “Deja cantar a la muerte” de sandra Andrés Belenguer. Erik el Fantasma desde niño ama la música y con el paso del tiempo ama a Christine su ángel de la música,necesita ser amado en la vida, Nemorino no es rival para el Fantasma,él tiene a su ángel de la música que pronto triunfará en la Ópera Garnier.
Es la hora de comer y el Fantasma tiene que volver a su morada, donde le espera su madre, Nemorino todavía tiene que visitar a Quasimodo en la catedral de Notre Dame el lugar más visitado de París, que días después sufre un trágico incendio.
Por la ribera del Sena vuelve caminando al Puente del Alma y cerca de la plaza en un restaurante italiano se sienta a comer. De vuelta en el hotel Belmont tiene tiempo de continuar con su lectura del libro de Sandra.
A las seis de la tarde un coche negro conducido por un hombre de color le recoge para llevarle al aeropuerto Charles de Gaulle a la terminal 3.
En el avión de vuelta la leyenda del Fantasma y Manon el ángel de la música está en su cabeza y multitud de fotos en su cámara, que tiene que organizar para compartir en las redes sociales.
Por una de las redes a los pocos días recibe un mensaje del ángel de la música, agradeciendo los regalos y encantada con los videos de los aplausos de la ópera Manon, Nemorino le envía una copia de los videos y le devela el contenido del saquito azul, un par de calcetines de Sushi típica comida japonesa.
Vuelve la leyenda del Fantasma de la Ópera a la Gran Vía de Madrid, el jueves 25 de abril  Sandra Andrés Belenguer presenta en la casa del Libro “Deja cantar a la muerte” con alguna sorpresa, su amiga la soprano Sacri Bleda interpreta “Think of me” emocionando a los lectores presentes.
Entre los jóvenes y no tan jóvenes lectores se encuentra Nemorino con su amiga Susana que le había recomendado en la feria del libro, el primer libro de Sandra “El Violín Negro”.
Su nuevo libro “Deja cantar a la muerte” nos cuenta la leyenda del Fantasma de la Ópera adaptada a nuestros días, la escritora es fiel al libro de Gastón Leroux publicado en marzo de 1910, pero con un estilo narrativo más detallado como gran conocedora del París oculto.
Nemorino al escuchar la voz de Sacri Bleda y de Jesús Barrera, actor de doblaje que pone voz a Erik en el libro, cierra los ojos e imagina que está en  el Palais Garnier, sentado en un palco viendo el musical del Fantasma de la Ópera de Andrew Lloyd Webber.
Sandra desvela a sus lectores algunos secretos de la leyenda del Fantasma y si su historia es real o es una leyenda. Finalizado el acto los lectores hacen una fila para que la escritora les firme el libro y tomarse una foto.
Nemorino lleva en su mano “El violín negro” y “Deja cantar a la muerte” el libro que paseo por París y el Fantasma tuvo en sus manos en la Ópera Garnier.
La leyenda del Fantasma no termina aquí, en la gran vía todas las noches la princesa Anastasia canta  “Once upon a december”, la canción que tiene que cantar Christine en la gala de Fame is in you en la Ópera Garnier. El Fantasma ha compuesto una canción para el ángel de la música para nuestra última noche en la Ópera Garnier.
El día del Pilar el ángel de la música la soprano Nino Machaidze en el dueto final,no dejara cantar a la muerte, cantará el  “Sempre libera” el aria final del primer acto de “La Traviata” de Verdi.
“El Ángel de la Música quiere ser siempre libre”.

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