El sábado 21 de septiembre Albertopulos vuelve a la plaza de Castilla para participar por tercera vez en los 102 kilómetros de Madrid – Segovia.
En su cabeza el recuerdo de las pájaras del año pasado y su abandono en la Barranca no pudiendo seguir a su amigo Franciscopulos que este año esta corriendo por los lagos de Covadonga.
Pero Albertopulos no esta solo le acompañan muchos amigos runners, gacelas, tapieros, bravos, caprus y drinkingrunners que también corren y otros amigos que en lugar de estar en la cama un sábado por la mañana, madrugan para despedir a los valientes que se enfrentan al reto de llegar a Segovia en menos de 24 horas.
Desde las siete de la mañana comienzan a llegar corredores a la plaza de Castilla, Albertopulos de los primeros junto a Charly el Bravo, en los camiones deja un morral para Cercedilla con el material obligatorio y otro morral para Segovia, donde le espera una jarra de cerveza y una ducha.
Para el camino un morral en la cintura con agua, un mapa y un tirachinas para espantar a las pájaras.
Por la cabeza de Albertopulos pasa acabar con buen tiempo 14 o 15 horas, quiere llegar a Segovia antes de las 12 de la noche, pero una cosa son los pensamientos y otra los hechos que paso a relatar.
Desde la salida Albertopulos corre solo el primer tramo por asfalto hasta Fuencarral. Continúa por el camino de Santiago acompañado en algún tramo por Maladeta hasta Tres Cantos primer avituallamiento (Km 16) y control de carrera, donde llega en 1 hora y 29 minutos.
Por carril bici continua un tramo hasta coger otra vez el camino de Santiago hasta Colmenar Viejo (km.27), en este tramo anda en las subidas sus piernas empiezan a notar el paso de los kilómetros y solo llevan poco más de 20 kilómetros, en el avituallamiento de Colmenar pasa en 2 horas y 39 minutos, atraviesa Colmenar para volver a coger el tramo del camino hasta Manzanares el Real, donde empezó la leyenda de Albertopulos y Franciscopulos con el rescate de la princesa Mari Cruz Campo.
En este tramo con continuas subidas y bajadas anda más que corre, a mitad de camino en el puente medieval encuentra a Caperucita roja, su amiga Isa que esta de voluntaria.
El día avanza y el calor aprieta cuando cantan las pájaras, en el avituallamiento de Manzanares el Real (km, 42) pasa en 4 horas y 44 minutos, no come pasta y bebe poco, las bebidas están calientes, saluda a su amiga Cris que está estresada por la falta de voluntarios y hielo para enfriar las bebidas.También encuentra a Luisfer y Noé tapieros que esperan el paso de Maladeta.
Albertopulos tirachinas en mano continúa andando por el camino, intenta correr y no puede parece que lleva a dos peregrinos en sus piernas, que no le dejan correr, sólo es capaz de trotar un poco en las bajadas, a mitad del tramo los corredores se refrescan y beben en la fuente de la Ermita ya se superan los 30º de temperatura. Albertopulos continúa sufriendo por llegar a Mataelpino y no encuentra al camello de los pelos largos, a 1 kilómetro del pueblo al fallar con el tirachinas la pájara le coge igual que el año pasado, en el pilón mete la cabeza para refrescarse mientras piensa en el abandono a mitad de carrera.
Charly el bravo le encuentra rendido en el pilón y le acompaña hasta Mataelpino (km.49) donde Albertopulos llega muy mal, su amigo José le anima a continuar hasta Segovia, que no importa el tiempo hasta las 8:30 del domingo no cierran la meta, pero Albertopulos sólo él lo sabe no está por la labor de continuar sufriendo para terminar destrozado, que tiene por delante otros retos inmediatos en la copa de hierro de Peñalara y los 100 kilómetros Pedestres Villa de Madrid.
Pero una cerveza lo cambia todo, sentado en el bar de la plaza con una mixta recapacita y decide continuar a Cercedilla a ver que pasa.
Alguno sorprendido por ver a Albertopulos animando considerado un héroe para muchos, pero los héroes no son superhombres y pueden tener un mal día, excepto su amigo Franciscopulos que de pequeño sé cayo en la marmita de la poción mágica de Panoramix.
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