lunes, 27 de octubre de 2014

La hija del regimiento




A mediados de octubre Nemorino asiste a la boda de Fígaro en Ávila, monumental ciudad castellana donde nació Santa Teresa de Jesús una buena mujer al igual que Marie la hija del regimiento, Ávila además de por su historia es conocida por sus tapas y dulces destacando las patatas revolconas y sus famosas yemas.
El domingo por la mañana Nemorino desayuna en la plaza del mercado chico y compra una caja de yemas y otra de mantecados y perronillas de San Juan de la Cruz para su amiga Marie, la hija del regimiento que se encuentra ensayando en Madrid para su debut del día 21 de octubre en la ópera cómica de Donizetti “La fille du régiment”.
Nemorino quiere que los días previos al estreno sean más dulces para Marie, la soprano italiana Desirée Racantore que ya conocía al público madrileño pero no a Nemorino y sus atenciones.
Una semana antes de su estreno en el Teatro  Real, Nemorino espera a que termine el ensayo para saludar a Desirée y darle los dulces abulenses, esta bien acompañada de su novio Alfonso que fotografía el momento con algunos problemas de iluminación.



 Hasta dentro de una semana Nemorino no vuelve a ver a Desirée Racantore (Marie) esta vez acompañada por el 21 regimiento francés y enamorada de un joven tirolés Tonio su salvador.
Minutos antes de las ocho de la tarde del 21 y no me refiero al regimiento sino al día, Nemorino ocupa su silla en el palco de principal número 1 donde solo esta el, esperando a que suban el telón y aparezca Marie con el sargento Sulpice, en las próximas dos horas a pesar de tener la cabeza en otro lado, disfruta de la ópera “La fille du régiment” y de una fantástica Marie, su amiga Desirée Racantore con un gran dominio de la voz, en varias ocasiones sus manos echan chispas y su garganta carraspea con tanto gritar ¡¡¡Bravo, Bravo!!!.


En esta ocasión no se escuchan abucheos y si una gran ovación en especial a Tonio y Marie por su gran interpretación, después de varios minutos de aplausos del publico asistente, Nemorino desciende a paso ligero por las escaleras  para esperar a Marie en la puerta del camerino para brindar con su amiga, al rato aparece Desirée todavía emocionada por los aplausos del público madrileño que no es tan frío como dicen algunos, primero abraza a su madre y después a Nemorino que entra con ella al camerino con el vino para brindar por el éxito de su amiga, al no tener copas se tiene que conformar con el autógrafo y la foto con Marie la hija del regimiento lo del brindis lo dejan para otro día, es hora de salir y dejar cambiarse a Desirée que tiene que atender otros compromisos.


Minutos antes de las once Nemorino se siente feliz de haber compartido unos minutos con Desirée Racantore, abandona el Teatro Real buscando la felicidad para su estomago en el Ñeru con unas fabes con almejas.

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