lunes, 5 de junio de 2017

El Gallo de Oro



En la Ópera de Rimski - Kórsakov el Gallo de Oro estrenada en el Teatro Real el jueves 25 de mayo de 2017. La Zarina de Shemajá en el segundo acto de la ópera hechiza a Nemorino,  que está sentado en segunda fila del patio de butacas junto a su amiga Elena.
En su última ópera de una gran   temporada , Nemorino está contento de volver a ver a Venera Gimadieva que había visto en temporadas anteriores también en el Teatro Real de Madrid. Había disfrutado de la voz y la belleza de Venera en la Traviata de Verdi e I Puritani de Bellini.
Pero lo que siente  el día del ensayo general nunca lo había sentido en la ópera y eso que Nemorino se rodea de bellas sopranos.
Nemorino había esperado un año para ver otra vez a Venera en Madrid y como tiene amistad con ella, no duda con ayuda del traductor de google en pedirle un par de entradas para el ensayo general, para el y su amiga Elena a la que también le gusta la ópera y la voz de Venera Gimadieva.
Días antes del ensayo general del Gallo de Oro, en la sala Gayarre en la séptima planta del Teatro se celebra el coloquio de los enfoques donde los directores y artistas hablan de la ópera. Allí Nemorino sentado en primera fila coincide con Venera Gimadieva que representa el papel de la Zarina de Shemajá , también está el Zar Dodón y una traductora de ruso que ayuda a Nemorino.

Un breve concierto y un aria del Gallo de Oro cantada por una soprano polaca ponen fin a los enfoques.
Nemorino no pierde la ocasión de saludar a su amiga Venera y comentarle sus planes para el sábado 3 de junio, para ello necesita a la traductora de ruso, dichos planes son bajar después de la función con sus amigos Rafael y Xavi  al camerino de Venera,  para celebrar el 33 cumpleaños de su amiga  con champagne y dulces, este agapé ya lo tenía encargado al catering del Teatro Real.

El martes 23 de mayo día del ensayo general, Nemorino recoge las buenas entradas en taquilla, después del ensayo  quiere  agradecer a Venera el detalle con otro detalle una caja de caramelos Violeta.
Casi una hora de primer acto donde no aparece la Zarina de Shemajá, tienen que esperar otros 25 minutos de descanso para que comience el segundo acto.
Nemorino y Elena están deseando ver en escena a Venera Gimadieva la Zarina de Shemajá.
Sobre un suelo negro de carbón entre una estructura cónica iluminada, aparece la Zarina de Shemajá con un traje ceñido y unos movimientos sensuales a escasos metros de donde se encuentra Nemorino que al escuchar su maravillosa voz columpiarse acompañada de una música celestial,  cae  rendido en su hechizo al igual que el Zar DoDón, que tiene peor suerte que Nemorino, al final de la ópera  el Gallo de Oro de un picotazo mata al Zar.
En cambio Nemorino tiene la suerte de bajar al camerino a felicitar a Venera y darle un dulce regalo, ella  agradecida ofrece a los presentes caramelos de violeta.


Los días siguientes Nemorino no sabe si esta en Marte o en Venus, el jueves por la noche aparece en la taberna de su barrio aprendiendo a cantar el cumpleaños feliz en ruso con el cachondeo de los presentes, Olga una rusa profesora de violín que se encuentra en la taberna le intenta enseñar la letra difícil de pronunciar. Al tabernero le pide otra pivo (cerveza en ruso) para mejorar su pronunciación.
El domingo 28 de mayo en el desayuno escribe un mensaje a Venera Gimadieva que cumple 33 años, Nemorino le envía la letra del cumpleaños feliz en ruso y ella le da las gracias en ruso. Los fans de Venera por las redes sociales la envían flores virtuales, Nemorino por la tarde quiere dar una sorpresa a su amiga cantando el cumpleaños feliz en ruso con un bonito ramo de flores para ella.
El día anterior al cumpleaños, acude con su amiga Cristina al Teatro Real al concierto de la soprano alemana Diana Damrau.
Una parte del concierto Nemorino la pasa en Venus y su amiga durmiendo, su localidad está más cerca del espacio que del escenario. Después del concierto Diana Damrau firma discos y programas en el foyer del teatro Real. Nemorino en cambio prefiere entrar al camerino y no esperar a la cola para un autógrafo de Diana Damrau, pero ese día le echan del backstage y el solo quiere hablar con Nuria y los de seguridad para que al día siguiente que no asiste a la función del Gallo de Oro, tener vía libre para subir a los camerinos para felicitar personalmente a su amiga Venera Gimadieva.
Volviendo a la mañana del domingo 28 de mayo, después de desayunar se marcha a pasear a la calle Huerta Castañeda donde está la Floristería Javi que le había recomendado su amigo Manolo, pero las flores de Javi están pachuchas y solo tiene macetas floreadas. Nemorino piensa que las macetas no son apropiadas para una Zarina y continúa su paseo con ayuda de google maps para encontrar otra floristería abierta. Coge el 65 hasta Puerta Cerrada y muy cerquita en el mercado de la cebada está la floristería Jardin de Sala , donde compra un bonito ramo para la Zarina de Shemajá, la vuelta en autobús una odisea, el puente de Segovia atascado, el autobús lleno y sin aire acondicionado y Nemorino de pie con las flores en la mano. Ya en casa mete el ramo en agua y se baja a la taberna a beber pibo (cerveza en ruso) y licor de hierbas para entonar la voz . Por la tarde en casa  continúa ensayando el cumpleaños feliz en ruso.
A las ocho de la tarde trajeado y con el ramo en la mano se dirige al Teatro Real, mientras espera el final del Gallo de Oro en la puerta de los artistas, saca del bolsillo de su chaqueta un papel con la letra en ruso para un último repaso.
Miguelón el guardia de seguridad a las nueve menos veinte le da vía libre para subir a los camerinos, por las escaleras sube hasta la puerta automática de entrada al escenario donde se encuentran  las asistentes de peluquería y sastrería esperando a los artistas,  desde la puerta que está abierta  puede ver la cama  y a los artistas recibir los aplausos del público del Real. Hay no corre peligro de ser visto por Venera, ella sale del escenario por la puerta de delante. Espera escondido en la entrada del pasillo a que Venera entre al camerino número 6, está hablando en la puerta y Nemorino asoma de vez en cuando la cabeza por el pasillo.
Quiere entrar al camerino y dar una sorpresa a su amiga Venera Gimadieva la Zarina de Shemajá.


En cuanto Venera entra a su camerino va detrás Nemorino con las flores y no recuerda si canta el cumpleaños en ruso o en esperanto, su intento merece la pena por ver la cara de sorpresa de su amiga, un momento breve pero emotivo que sin duda recordarán los dos,  Nemorino espera en el pasillo  para ver salir a Venera  con su marido y  el ramo  en la mano y  abandona el Teatro Real detrás de la pareja.
El martes por la tarde en la Plaza de Oriente con el Teatro Real a su espalda, Nemorino comienza a escribir el cuento del Gallo de Oro en su cuaderno que no había estrenado, en el último año había escrito poco había perdido la inspiración y las ganas de escribir. Con el hechizo de la Zarina vuelve a tener ganas de escribir. De pronto la lluvia interrumpe su escritura y su inspiración, al final no llueve tanto como parecía a media tarde ya no llueve y continúa con su escritura en la terraza del Cosaco en la Plaza de la Paja inspirado por un par de cervezas rusas.
El cuento no lo termina tiene que esperar a su próximo encuentro con la Zarina de Shemajá, el sábado 3 de junio en el Teatro Real.
En la semana aprendre tres o cuatro palabras en ruso y la primera estrofa del brindis de la Traviata para cantar en el cumpleaños de Venera Gimadieva la Zarina de Shemajá.
El sábado por la tarde Nemorino espera a sus amigos en el café de la ópera, está sentado en la mesa donde tomó café con Guido y Nino el día que le regaló el retrato. Mientras habla con su amigo Rafael imagina que es Nino, al rato aparece Xavi con las entradas del Liceo para la próxima temporada.
Nemorino y sus amigos no esperan cola, entran al teatro por la puerta de Amigos del Real en la calle Felipe V. Mientras su amigo Xavi se queda en el tercer piso, Nemorino y Rafael tienen que subir al sexto piso al gallinero, en la última fila de paraíso muy cerquita de Venus, las localidades tienen buena visibilidad aunque un poco lejos del escenario. Pero con lo que había pagado por el catering no tenía dinero para una mejor entrada, además había tenido la suerte de ver esta ópera en segunda fila el día del ensayo general.


En el segundo acto cuando aparece la Zarina de Shemajá en escena, Nemorino tiene en su cabeza una imagen cercana de la zarina y de la foto que tiene con ella en la pared de su habitación. También piensa en el catering del camerino y que todo esté preparado para el cumpleaños de Venera.
A las once menos veinte el gallo de oro termina, tienen que bajar desde el sexto piso a los camerinos, en el tercer piso se encuentran con Xavi.
Los primeros en aparecer por el pasillo de camerinos el Zar Dodón y el maestro Bolton que está un poco bebido, aparece la Zarina de Shemajá con un beso saluda a Nemorino que responde priviét (hola en ruso).
Mientras esperan en el pasillo a que la Zarina de Shemajá se transforme en Venera Gimadieva, Nemorino pasea nervioso y sus amigos hablan con el maestro Bolton.


Entran al camerino a celebrar el cumpleaños de Venera que está acompañada de su hermana y su madre,  también está su agente y un invitado sorpresa el tenor ruso Sergei Skorokhdov que descorcha el Champagne Henry Abelle, Nemorino alza su copa para primero tararear y después cantar la primera estrofa de el brindis de la Traviata “ libiano, libiano ne’lieti calici ..”, Sergei toca las notas en el piano y canta con voz de barítono acompañando a Nemorino, que espera que su amiga Venera también le acompañe. Al final no canta el brindis, tiene que descansar la voz para la próxima función del lunes. Además esa misma noche tiene una cena de trabajo con su agente. Venera y Nemorino se despiden con besos y en ruso (paká).
Otra noche inolvidable para Nemorino en la Ópera y está temporada ya van unas cuantas.


El domingo por la tarde primero en la Plaza Mayor y después en el Cosaco con una rubia rusa continúa escribiendo el cuento, no quiere que termine el cuento pero sabé que el día 9 es la última función del gallo de Oro y  como cuenta el astrólogo en el epílogo de la Ópera la Zarina de Shemajá no es real, es una quimera en la cabeza de Nemorino. Esa misma noche aparece Nemorino en su caballo en su vuelta a la tierra.




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