miércoles, 4 de julio de 2018

Lucia di Lammermoor






En la 10ª Temporada de Ópera de Nemorino, su amiga Venera Gimadieva vuelve a Madrid con la ópera de Donizetti “Lucia di Lammermoor” en el Teatro Real.
No hace mucho tiempo Nemorino había estado hechizado por la Zarina de Shemejá en el Gallo de Oro, varias semanas las  pasó en Venus bajo los encantos de la Zarina la soprano rusa Venera Gimadieva, desde su vuelta a la tierra en junio del año pasado, Nemorino estudia ruso con Elena su profesora particular, después de casi un año de estudio con ella, no se aclara con los casos y los verbos imperfectivos y perfectivos del idioma ruso.
En las últimas semanas había leído la novela Anna Karenina un clásico de la literatura rusa y el Violín Negro de la escritora maña Sandra Andrés Belenguer, una novela basada en la historia del Fantasma de la Ópera, que a Nemorino le encanta y su música le enamora, quería ser el “Ángel de la Música” de su amiga soprano Venera Gimadieva.
La historia de Nemorino se asemeja a la del Fantasma, de pequeño su profesora  le maltrata y le encirra en el cuarto oscuro. Se enamora con frecuencia de las sopranos y no siempre su amor es correspondido por ellas.
El año pasado en el cumpleaños de Venera Gimadieva, Nemorino regala a su amiga un bonito ramo de flores que le entrega por sorpresa en el camerino.
Este año  Venera Gimadieva cumple 34 años,Nemorino encarga a su amiga Susana Miranda un retrato a color, en la Feria del libro su amiga le entrega el retrato.
La primera semana de junio Nemorino está de vacaciones y escribe a su amiga Venera para saber cuando tiene libre en los ensayos y quedar con ella.
El jueves por la mañana Nemorino visita el Teatro Real, ese día se decide por la visita técnica que es la más interesante.
Después de una hora, la guia tenía prisa por mostrarles la caja escénica del Real.
En la entrada principal espera a su amiga Venera Gimadieva, después de un año se vuelven a encontrar en Madrid, pasea con ella por la calle Arenal hasta la Puerta del Sol, suben por la calle de la Paz y en la Casa de las Torrijas, entran a probar las torrijas y el vino dulce.
Nemorino le da la bolsa de los regalos de cumpleaños, un neceser de Marilyn Monroe y el retrato, ambos dibujos de su amiga Susana Miranda.


 
Continúan con su paseo por la Plaza Mayor, Mercado de San Miguel, calle del Codo, Plaza de la Villa y Plaza de Oriente, en el paseo Nemorino  intenta contar la historia de su ciudad en español o ruso, no sabe si su amiga le entiende.
Acompaña a Venera hasta su casa y se despiden con un abrazo y un beso.
El día del ensayo general de “ Lucia di Lammermoor”, Nemorino que es Amigo del Real invita a sus amigas Alma y Mila a butaca de Platea, sus amigos del Real le habían enviado dos entradas.
A la artista su amiga Susana Miranda y a él, les invita Venera Gimadieva en patio de butacas, tercera fila centrada.
Un buen sitio para disfrutar de la ópera “Lucia di Lammermoor”, sobre todo cuando Venera Gimadieva aparece en escena y escuchan su melodiosa voz de soprano lírica ligera. Una de las mejores voces del momento que Nemorino había disfrutado en “La Traviata, I Puritani, El Gallo de Oro”.
En el intermedio se reúne con sus otras amigas en el foyer del Teatro. En el segundo acto la página más famosa de la ópera belcantista, el aria de la locura de Lucia “Ardon gli incensi”.
Al final del ensayo general, el público aplaude y vitorea a los artistas, especialmente a la protagonista Lucía, la soprano rusa Venera Gimadieva,un segundo reparto de la ópera que es de primera.
Susana y Nemorino bajan al camerino a agradecer a Venera su invitación al ensayo, ella también agradece a Susana lo bien que ha quedado su retrato. No quieren molestar más a Venera, que está con el albornoz recién salida de la ducha y se despiden hasta el día de su estreno.
El sábado 23 de junio día del estreno del segundo reparto, Rafael amigo de Nemorino no quiere perderse la ópera “Lucia di Lammermoor”, el día anterior con una caja de bombones Peñalba, viaja desde Oviedo a Madrid.


La mañana del sábado Nemorino con el libro del Violín Negro, coge el autobús a La Latina al mercado de la Cebada, en la floristería Jardin de Salas encarga una docena de rosas para Venera Gimadieva.Mientras le preparan el ramo, en uno de sus rincones favoritos de Madrid, el Jardín del Príncipe Anglona se traslada a la Ópera Garnier de París, en su lectura del libro “El Violín Negro”. Una hora más tarde recoge la docena de rosas y vuelve en autobús a casa.
Allí contemplando las rosas escribe la tarjeta en ruso y en verso “ Venus, eres una diosa de la Ópera y muy hermosa como una rosa.Tu voz es dulce como el azúcar de las torrijas ……. Mucha Mierda”.
A las siete de la tarde entrega a Sandra una de las azafatas del Real, el ramo con la tarjeta para que lo suba al camerino de Venera Gimadieva, minutos más tarde su amigo Rafael le entrega los bombones también para Venera.
Antes del comienzo de la Ópera toman café y pasean por los salones del Teatro Real, esta noche están en el palco  tres, el palco cinco está reservado para el Fantasma de la Ópera.
En el intermedio en el salón de baile toman un vino, mientras charlan de la primera parte y el impetu del director músical.
Pasan unos minutos de las once cuando termina la ópera entre aplausos y bravos del público, como en el día del ensayo general Venera Gimadieva la más aplaudida, la amiga de Nemorino y Rafael.
Bajan a su camerino a felicitarla por su gran actuación, en la puerta esperan a que Lucía se duche para limpiarse la sangre y se arregle con un bonito vestido.



A las once y media en camerinos no queda nadie, solo ellos su amiga Venera Gimadieva y Nuria asistente del Real. Venera con las flores y los bombones, acompañada por sus amigos sale por la puerta de  artistas.
Venera Gimadieva se queda en el restaurante La Lonja donde espera su representante y ellos se van a cenar a La Cruzada.
El sábado 30 de junio Rafael vuelve a Madrid al concierto del Auditorio de la 9ª Sinfonía de Beethoven, el día anterior lleva un bonito ramos de flores a Venera Gimadieva que canta su cuarta función de “Lucia di Lammermoor”.


Los primeros días de julio, Nemorino vuelve a estar de vacaciones, el martes 3 de julio a primera hora de la mañana recibe un mensaje en el móvil, es su amiga Venera. A las dos quedan en la Taberna del Alabardero, Nemorino había reservado mesa para los dos. En el Alabardero, Nemorino es bien recibido, después de la Ópera Carmen había estado cenando con el tenor Francesco Melli y la soprano Eleonora Buratto.En la mesa piden los primeros y segundos platos y en los postres le entrega unos cd de Zarzuela de Chueca, Solozabal y Chapí. Para que se acuerde de Madrid y de su amigo Nemorino. Durante la comida hablan un poco de Ópera y los nuevos proyectos de ella, a Nemorino le cuesta pensar en ruso, a veces una imagen vale más que las palabras y si es tan bella como Venera Gimadieva, sobran las palabras.


A la salida de la Taberna la acompaña hasta su casa y con un fuerte abrazo y un beso se despide de Venera Gimadieva que el día 11 de julio canta en su última función de “Lucia di Lammermoor”.

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