martes, 27 de noviembre de 2012

Pura Vida o Puta Vida


 
Después de su estreno en el Festival de San Sebastián con gran éxito, el documental Pura Vida llega al matadero de Madrid en la plaza de Legazpi.

Una historia de supervivencia y compañerismo en el Annapurna, doce amigos y montañeros forman el equipo de rescate para salvar a Iñaki Ochoa, que se encuentra con un edema a casi 8.000 metros muy cerca de la cumbre, su compañero de cordada le cuida y no le abandona (como un tal Angelito), no tienen oxigeno, medicinas y les queda poca comida.

El equipo de rescate no tiene mucho tiempo para intentar salvar a Iñaki Ochoa, pero no es esta la historia que quiero contar, lo mejor es que vean el documental Pura Vida, con bonitos mensajes sobre la vida del deportista y en especial del montañero.

Mahouhamed aficionado al montañismo, practica senderismo, treking y carreras de montaña. Aprovecha el día de la Almudena festivo en Madrid para ir al matadero, a ver Pura Vida esta vez le acompaña Miguel Alhambra y Estrella buenos amigos y compañeros no tan montañeros.

Pasadas las siete llegan al campo base la cola o fila para entrar a cinecetica, la sala apenas supera las trescientas localidades y hay problemas técnicos con la venta de entradas por Internet, en taquilla no saben si hay entradas para la sesión, aparecen todas vendidas.

Mahouhamed espera una ventana de buen tiempo para poder comprar las entradas, pasadas las ocho el tiempo no mejora no hay entradas para hoy.

Tienen que esperar a otro día con buen tiempo, pero la tarde no esta perdida compartiendo unas cervezas en buena compañía.

Pasada la borrasca vuelven al campo base del matadero con las entradas en mano, el tiempo acompaña están los primeros de la fila para pasar a la sala que parece que esta dentro de una cesta de mimbre gigante, sentados en las butacas vip al comienzo del documental Pura Vida, durante la proyección están atentos a los subtítulos del documental, para después con una cerveza comentar los mensajes de Pura Vida.

 

El primer contacto de Mahouhamed con la montaña, de niño en la montaña rusa del parque de atracciones de la casa de campo, su afición por las carreras de montaña comienza en el año 1997 con la primera Maratón Alpina de Madrid, con un compañero de trabajo crea el Lanchón un club de cinco amigos con sede en el Burger King, para salir una vez al mes a la sierra de Guadarrama o Gredos, pagan una pequeña cuota para la compra de material.

Pronto Mahouhamed destaca por su buena forma y le gusta marcar el ritmo cuando conoce la ruta.

En él haber del Lanchón un par de rescates de los bomberos, por causas del mal tiempo y a falta de material técnico entre los miembros del club.

El rescate más complicado por parte del cuerpo de bomberos, cerca del risco de los claveles en el parque natural de Peñalara.

Desde Cotos Mahouhamed, Angelito y Jaime comienzan la ruta con bastante nieve blanda solo tenían un par de bastones y ningún crampón o piolet, en una pala de nieve bastante inclinada Jaime resbala precipitándose al vacío desde diez metros, el resultado varias costillas rotas avisan a emergencias, en poco más de una hora aparecen entre la niebla los bomberos, el tiempo había cambiado a peor y Mahouhamed esta congelado, el helipcotero no puede volar hasta el lugar del accidente por el mal tiempo, los bomberos descienden en camilla al accidentado hasta la laguna de Peñalara donde aterriza el helipcotero.

Una vez recuperado Jaime visitan el parque de bomberos para agradecer el rescate con una placa conmemorativa y un jamón, Mahouhamed guarda recortes de prensa del rescate de los bomberos.

El segundo rescate menos complicado en la Maliciosa, Mahouhamed y Angelito ascendían desde el Puerto de Navacerrada a La Maliciosa por primera vez, por culpa de la niebla no encuentran el camino de vuelta a la Bola, avisan otra vez a emergencias, en menos de una hora aparecen los bomberos en la cumbre de La Maliciosa, esta vez Mahouhamed y Angelito no tenían ni gps ni brújula y los bomberos prefieren lomo.

Otra vez Mahouhamed y su Angel de la guardia, menudo angelito, ascienden por el Ventisquero de La Condesa hacía La Bola en el Alto de Guarramillas, Mahouhamed se adelanta en las últimas rampas más inclinadas y espera sentado comiendo una barrita, pasa el tiempo y Angelito no pasa, preocupado desciende unos metros a buscar a su amigo que ha desaparecido, con el móvil de un montañero consigue hablar con Angelito que esta tranquilo en el Puerto de Navacerrada, había bajado solo dejando a Mahouhamed preocupado en el Alto de Guarramillas.

Pero la gota que colmo el vaso y rompió su amistad paso en una ruta en La Pedriza, para subir a Las Torres habían elegido una ruta larga por las zetas, habían llegado en más de cinco horas a la base de Las Torres, Angelito muy justito de fuerzas no trepa a la cima, Mahouhamed esta fuerte y trepa sin mochila a la cima de Las Torres a más de 2.000 metros de altura, mientras Angelito abandona otra vez a su amigo y desciende hasta el collado para comer.

Mahouhamed destrepa desde la cima y desciende al collado por la ruta equivocada, resbala en una piedra y no puede parar, al llegar al final de la pendiente cierra los ojos y piensa ¡Qué sea lo que Dios quiera!.

Gracias a la mochila y un arbusto que le frena después de rodar varias vueltas, sale ileso del accidente solo con algún rasguño y un fuerte golpe en la rabadilla, no quiso mirar atrás para ver la altura de su caída, por su propio pie cruza por el monte y encuentra a dos buenos hombres buscando setas, que le acompañan al refugio donde recupera fuerzas con un bocata.

Mientras Angelito pasa de su amigo Mahouhamed, continua su camino a Manzanares para coger el bus de vuelta a Madrid.

Menos mal que los buenos hombres le llevan a casa en el coche, por lo general en montaña encuentras buena gente, desde entonces Mahouhamed no sale de ruta a la montaña con su ángel de la guardia, ni tampoco solo, es del club Rutas donde hay buena gente y buenos amigos con quien comparte rutas y travesías, con el club del centenario Peñalara corre por montaña.

El mensaje del cuento que da igual la altura de las cimas y montañas a las que subas en compañía o solo, donde puedes encontrar la Pura Vida o Puta Vida, imagino que en las montañas vuestros compañeros sean verdaderos angelitos de la guardia no como el de Mahouhamed

1 comentario:

  1. Qué bueno, sí, en la montaña te encuentras a veces con ese tipo de montañeros, por llamarlos de algún modo, gente egoista que solo va a su bola y no tiene el sentido de compañerismo. Da pena, pero hay gente así, también hay gente muy buena, que nunca te dejaría tirado/a en la montaña.

    ResponderEliminar