martes, 7 de febrero de 2012

Alberto Contador



Ayer salto la noticia en los medios de comunicación, la sanción de Alberto Contador ganador de Giro y Tour en varias ocasiones, después de varios meses de investigaciones y sentencias, el tribunal de arbitraje deportivo no acepta la versión de Contador, un chuletón en mal estado.

Como el chuletón de kilo, que se metió para el cuerpo Mahouhamed y Dammian, después de correr desde Panes a Potes, la diferencia que el de Potes esta muy bueno y además no tenían que pasar después control antidoping.

En la prueba conocieron a un Alberto Contador, que no montaba en bicicleta, pero corría un montón. Le gustaba contar historias de sus viajes y carreras, sus amigos le conocían con el cuentista

Había conocido mucha gente y corrido muchas aventuras, una vez en la meta de Potes, Alberto Contador también se apunto a comer chuletón con sus nuevos amigos, quería contarles sus aventuras.

Un fin de semana acompaño a su entrenador y su novia al mundial de cross en San Sebastián, el entrenador pensando en Alberto, invito también a una amiga de su novia, que resulto que le gustaba la tortilla, por la noche en el hostal Alberto durmió con su entrenador.

Un domingo volvían de Pinoso, donde habían corrido una media, hambrientos pararon en un pueblo murciano, donde estaba todo cerrado, al final comieron un par de huevos en el hogar del jubilado.

Un domingo de madrugada partían con dos amigos a la media de Bejar, a la altura del manzanares un control policial, no buscaban borrachos de la noche, mas bien algún terrorista por un atentado y por las armas que tenían.

No sé si por la pinta que teníamos, nos paran para pedirnos la documentación, después de un buen rato de espera al lado de sus armas, nos dejan partir a pesar de la ficha que tenia mi amigo, acusado de trafico de drogas y trata de blancas.

Con los amigos del club Boadilla, en la media de Jarandilla, estaba mal de la tripa y para colmo en la casa rural, tenían migas para cenar.

El domingo a mitad de la media, su tripa no aguanto más y tuvo que parar un par de veces a plantar un pino, la suerte que la media era de montaña

En Valencia con su hermano corrió el maratón y en la media no aguanto mas, busco un bar para plantar un pino, le paso factura el empacho de horchata y fantones del día anterior en la carrera del desayuno, en el parque del Turia.

En la media universitaria pincho una zapatilla, que había comprado para correr en Londres, en el recorrido no encontró una estación de servicio para inflar la zapatilla.

En el club Boadilla donde conoció a su entrenador, preparo el maratón olímpico de Barcelona, el domingo anterior a la carrera, entraron en la sauna solo con un papel y boli, para escuchar la charla del entrenador, con el papel mojado por su sudor y el boli apunto de estallar, apuntaba sus tiempos de paso del maratón, para la chuleta del reloj.

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